Web dedicada a la recopilación de documentos de autores enguerinos, o de otros que han escrito sobre nuestro pueblo, contribuyendo a la formación de la cultura escrita autóctona de Enguera.

25 de enero de 2011

Agua para consumo humano (II).


"...Es el típico pozo que recuerdo retener de los gravados de las casas de campos que ilustraban mis lecturas infantiles: en la hondonada, con humedales próximos o cercanos a un desaguador y con algún árbol, preferentemente frutal, como señal de identificación.
Pues bien, en este pozo se dan todos y cada uno de dichos elementos que mi memoria recuerda; aquí el árbol es un granado. Sólo una variante: si en mis lecturas no se hacía mención a la posibilidad de que se secaran los años de sequía, salvo que fuera un cuento de miedo, éste sí solía ser parco en aguas..."

Pepe Cerdá.


17 de enero de 2011

Agua para consumo humano (I).




"Aunque pensamos que no siempre debió ser así, lo cierto y verdad es que, llegado un momento histórico, nuestros antepasados decidieron buscar el agua para su consumo en los pozos.
En efecto, pienso que tal vez fuera interesante llegar a conocer qué entendían los antiguos enguerinos por fuente, por manantial, por excavación y por pozo. Y digo esto porque, por ejemplo, en los escritos de P. Sucías parece que, para los hombres del siglo XIX, se entremezcla los conceptos y las palabras..."


Pepe Cerdá.


ACCESO AL DOCUMENTO


La Plaza, con la fuente de Garnelo en su centro.





6 de enero de 2011

D. Juan Soto Bordés.

Espero en ti.
¡ Oh, Señor, que en la cruz estás clavado
por las culpas de tantos pecadores.!
Tú pudiste evitarte los horrores
y el martirio de ser crucificado.

Pero estabas por Dios predestinado
para crueles tormentos y dolores,
y abrazado a la cruz de tus amores
redimiste a los hombres del pecado.

Y cumplida quedó la profecía
de tu Vida, tu Muerte y tu Ascensión,
principìo y fin de toda la Verdad.

Y radiante de amor y de alegría,
Tú llevaste al humano corazón
esperanzas de dulce eternidad.

Juan Soto Bordés.

Don Juan Soto Bordés, nació en Enguera en una familia de seis hermanos, a saber: María, Salvador, José María –que fuera Provincial de los Escolapios de Valencia en tres ocasiones– y Juan. Sus padres y la hermana mayor –a quien las personas de más edad llegaron a conocer como viuda de Martínez– llegaron a Enguera en 1885 como consecuencia del traslado de su padre al puesto de Secretario municipal. En 1899, siendo muy pequeño falleció su madre.

Con posterioridad, en 1905, se traslada con su familia a Valencia y, posteriormente, a Madrid. Ello le obliga a dejar su pueblo natal en plena juventud, pero sus recuerdos y vivencias quedaron impresos en su retina, sentimientos y alma, de manera que Enguera la llevaba en el corazón. Por las fiestas de San Miguel solía visitar la Villa y pasar unos días con los familiares, reanudando la amistad con los viejos conocidos.
En la terraza de su casa, el 1 de julio de 1966.

Vivió casi toda su vida en Madrid. El día 18 de enero de 1918 contrajo matrimonio con Dª Dolores Hesles Rodríguez, naciendo su primera hija el día 10 de noviembre del mismo año. De dicho matrimonio nacieron 8 hijos: Sor Maria de La Concepción, Sor María José, Sor Maria Teresa, Sor Úrsula, Maria Isabel, Juan, Maria Dolores y Maria Milagros. En la actualidad solamente viven Sor Úrsula y Sor Maria Teresa que, junto a las otras dos religiosas, profesaron todas cuatro como Hermanas de la Caridad.

Trabajó en Correos (Cibeles-Madrid), en el Palacio de Comunicaciones. Tuvo allí su despacho como Jefe Superior y más tarde como Secretario General de Correos, siendo tal su dedicación al trabajo que, incluso después de su jubilación, solía acudir hasta que sus fuerzas y la edad se lo permitieron.

Su esposa había fallecido el 21 de agosto de 1958,mientras él lo hizo el dia 10 de noviembre de 1976, fecha del cumpleaños de su hija mayor, en su casa de la calle Zurbano de Madrid, acompañado de sus hijas, después de haber recibido los Santos Sacramentos. Está enterrado en Madrid, en el cementerio de Nuestra Señora de La Almudena, en compañía de su esposa, de su padre José Maria Soto Aznar y dos de sus hijas.
D. Juan Soto acompañado por sus hijas el día del padre de 1971.

Toda su vida fue un ejemplo de trabajo, abnegación y amor a la familia, siendo sus hijos imitadores de él en sus diversas Carreras profesionales. Buena prueba de sus sentimientos religiosos, de su resignación ante el dolor, del cariño de sus hijos y de su hogar son los poemas que hemos seleccionado, así como su acendrado amor a Enguera.


A continuación ofrecemos una recopilación de algunos de los poemas de D. Juan Soto Bordés, realizada por José Antonio Palop Ibáñez y publicados en las revistas "A nuestros jóvenes" y "Enguera":

                                                       ACCESO AL DOCUMENTO.