Web dedicada a la recopilación de documentos de autores enguerinos, o de otros que han escrito sobre nuestro pueblo, contribuyendo a la formación de la cultura escrita autóctona de Enguera.

24 de noviembre de 2012

Comunicaciones móviles y progreso


El 19 de julio de este mismo año, el Patronato de la Fundación La Sierra se enorgullecía al poder presentar, entre los conferenciantes de los II Cursos de Verano, a quien se define como
Enguerino desde el 19 de Enero de 1940”, pues así es este enguerinazo de nombre Eduardo Amorós.

Eduardo estudia y obtiene el título de Ingeniero Superior de Telecomunicación en la Universidad Politécnica de Madrid allá por el año 1.966; siendo por ello el Primer Teleco de Enguera y, tras don Francisco Piqueras Albiñana, el segundo Ingeniero Superior nacido en la tierra del alizón.

En su carrera profesional existen hitos a destacar; por ejemplo:
Trabaja en Standard Eléctrica. Laboratorio de Investigación y Desarrollo. Proyecto primera central Telefónica controlada por ordenador, que acabaría instalándose en Roma.
Profesor Adjunto en la Escuela Superior de Ingenieros de Telecomunicación de la Universidad Politécnica de Madrid, en la asignatura de Medidas e Instrumentación Electrónica.
Pasa a trabajar en Olivetti España, desempeñando diferentes cometidos de tipo Técnico y Comercial, tales como Responsable de Marketing de Producto y de Soporte de Programación y Responsable de una División de Productos Especiales con marketing, ventas y soporte de programación, para el lanzamiento de Ordenadores medios y Cajeros Automáticos; desde 1969 le encomiendan la creación y puesta en marcha de la división técnica de soporte de las nuevas tecnologías. Olivetti en esas fechas comienza su gran transformación de una empresa mecánica a una electrónica.

Don Eduardo durante la Conferencia

Alcanzando el cargo de Director de la División Grandes Clientes (venta de productos a Banca y Grandes Empresas, excluidos los productos de oficinas, es decir: Soluciones para las Oficinas bancarias, cajeros automáticos, impresoras financieras, redes, etc)
Y así hasta 2.003 en que, como él mismo ironiza, empieza la buena vida con la Jubilación.

Hoy el blog Enguera en la palabra se siente honrado colgando en su biblioteca el texto de la extraordinaria y documentadísima charla.

17 de noviembre de 2012

Organismos Multilaterales y Consultoría


Siguiendo con la publicación de los materiales recogidos de las intervenciones en el Primer Taller “Nuevas oportunidades de empleo” que, bajo la dirección de Eliseo Almela Barbarroja, organizó La Sierra, Fundación de la CV., la segunda de las intervenciones correspondió a doña María Amparo Tortosa Garrigós quien se definió como “enguerina por esos mundos…” y tituló su intervención bajo el título de Organismos Multilaterales y la Consultoría.

Doña María Amparo durante su intervención

La inquietud personal de la ponente, Licenciada en Sociología por la Universidad de Alicante, pronto la llevó a vincularse al sistema de becados en Bruselas. Su habilidad personal para conectar con grupos sociales emergentes le abrieron las puertas para su iniciación en relaciones internacionales y experta por la UE para procesos electorales en países árabes-musulmanes, estando como observadora y consultora internacional en muchas áreas geográficas desde 1998.
En su intervención trenzó una completísima enumeración de los diferentes y variados organismos internacionales que, con sus respectivas páginas de información y enganche, fueron saliendo de sus labios, a la vez que incitaban al auditorio más joven a seguir las huellas de quienes acompañan a las distintas comunidades humanas en el sendero de la superación de los conflictos armados e iniciarse  en los sistemas democráticos como forma de convivencia, bien como miembro directo de dicho Organismo bien como consultor.
Hoy tenemos el placer de hacerles llegar el material con el que ilustró su intervención.

10 de noviembre de 2012

… a lavar al río


Mientras contemplaba con emoción el transcurrir del acto, llegaron a mi memoria recuerdos que en mi niñez sucedieron ... Recuerdos de hechos reales, al menos eso quiero pensar yo, aunque tal vez solo sean obra de mi fantasía influenciada por el ambiente reinante … y mi propia emoción.
            Hace más de sesenta años, que yo recuerde, Enguera sufría el problema de la falta de agua potable para abastecer a las casas del pueblo. Y no es porque en el término municipal de Enguera no la hubiese, como quedó patente años después, sino porque no se disponía de ese esencial servicio. Cuando la demanda de los nuevos tiempos, y la presión de los vecinos, sacó a la Administración Municipal de su insensibilidad social hacia ese problema, en distintas etapas, fue dotado el pueblo de una red de abastecimiento de agua potable, tan necesario para la higiene, y para mejorar la calidad de vida de los vecinos, y que cubría las mínimas necesidades del vecindario. Digo mínimas necesidades, porque en muchísimas casas solo se llegó a instalar un grifo para toma de agua. Pero aquello ya era mucho.
            Entonces, también se carecía en Enguera de una red de alcantarillado para la evacuación de las aguas residuales de los hogares. Esta agua iba a parar a las cuadras junto a los retretes, cuando no, se vaciaban en las cunetas que recorrían las calles, sin aceras, a un lado y otro de las mismas, pegadas a la fachada de las casas. Estas cunetas servían también para recoger, y evacuar, el agua de la lluvia rumbo a las andronas, o arbellones, estratégicamente colocadas en las esquinas de ciertas calles del pueblo, para terminar en los barrancos próximos.
            Con la luz eléctrica, ocurrió algo semejante. Cuando al fin colocaron el alumbrado en los hogares enguerinos, en la mayoría de ellos solo se contaba con una toma de corriente para una única bombilla, la cual disponía de un cable largo que permitía llevar el alumbrado a distintas partes de la casa. “Las ciencias adelantan que es una barbaridad…”.
            Con estas deficiencias y precariedades, trascurría la vida en Enguera por aquellos años. Por ello, el hecho de lavar la ropa, para la amas de casa, suponía un gran sacrificio.
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