..."Don Jaime Palomares, que así se llamaba, decidió que debía “descolar” el pozo con la esperanza de que, al darle mayor profundidad, encontraría mayor caudal.
Se iniciaron los trabajos físicos de búsqueda de aguas y desalojo de tierras allá por los años setenta del siglo pasado, para lo que contrató los servicios de Joaquín Carrión, como barrenero, a quien acompañaba como ayudante Vicentín el “Mozo”. En superficie permanecían Enrique Beneyto, el Chorrillero, y Rafael Simón Cerdá, el “lotero”.
Para el movimiento y desalojo del material extraído contrató los servicios de la empresa de Vicente, el de Chella, quien con sus tractores y los aprendices Jaime Guillén y Emilio Úbeda realizaron estos trabajos..."