Web dedicada a la recopilación de documentos de autores enguerinos, o de otros que han escrito sobre nuestro pueblo, contribuyendo a la formación de la cultura escrita autóctona de Enguera.

12 de noviembre de 2011

Primores I

Dentro del análisis del agua en la agricultura de secano, el autor del Documento que hoy presentamos pretende reflexionar sobre la idea, generalizada, sobre que la agricultura de Enguera es, y siempre ha sido, la de un pueblo de secano que, con sólo cultivos de subsistencia, debió dedicarse a la industria.
Don José Mª Albiñana, en el capítulo XXV de su Historia de Enguera, tiene el mismo pensar que el autor del Documento.

Por consiguiente, bajo el epígrafe Primores se hace referencia a varios aspectos de nuestra agricultura que se podría denominar la gran cadena, que no el eslabón perdido, de nuestra historiografía.

En esta primera entrega se hace referencia a 2 de las varias agriculturas que se dieron entre nosotros:
I.- La gran vega del cultivo de primores, es decir, la zona regada por el barranco La Mota en el tramo que, a espaldas de san Antonio de Padua, llega por frente a Divina Pastora y parte posterior de san Juan hasta final de Zalamea. A toda esa zona se le puede aplicar el pasaje que la novela “Los Héroes de Montesa” asigna a los jardines del Serrallo del castillo de Gramogente ó Garamoxente.

II.- Agricultura de las grandes explotaciones agrarias privadas (privadas por contrapuestas a las del Señor de la Villa como, por ejemplo, Lucena, Toñuna, Navalón, San Jorge, El Huerto de Marzo, etc.).
Es decir, que en este segundo bloque se engloban las explotaciones agrícolas que, bordeando el casco urbano, alcanzaban las tierras que delimitan el barranco del Ral y el del Corcot hasta su unión con el de La Mota.

Estas tierras no siempre se dedicaron de forma exclusiva al cultivo de cereales. En efecto, P. Sucías habla de que junto a tal cultivo “en años pasados se recolectaban unas 3000 libras de seda cuya cosecha ha desaparecido y produce buenas frutas y legumbres”. El cultivo de la morera será ratificado por Albiñana así como, modernamente, por Ribes Iborra.

Pues bien, de todo este rico perímetro agrícola actualmente sólo podemos identificar lo siguiente: * restos de las construcciones hidráulicas de las Bodega de doña Teresa, en lo que hoy es la vivienda de los alemanes, en la bajada de san Antón,
* los restos de lo que fuera el molino de viento de La Torreta –pasto de la “Urbanización La Solana”–,
* indicios de que existió la Bodega de Arcona donde hoy luce el almacén de ajos, frente a la Cruz, y
* el recuerdo infantil de lo que fuera la explotación agrícola del Huerto de los Frailes, bajo el Instituto y pabellón multiusos, o
* del pozo de Cabezas y el Chorro de Casimiro en el solar donde se detuvo la constructora por mor de la reciente crisis económica, en el camino al Santo.

Del resto ya no podemos hablar. Los más viejos todavía recordarán el pozo que había en el huerto de los Cabreras, y del que se regaban los frutales y verduras;huerto cuyos chíncholes y demás vendía la señora Rita. También recordarán, posiblemente, el del Pencar, así como infinidad de ellos que quedaron englobados en los huertos y viviendas, cambiando el sentido de su utilidad agrícola por el uso doméstico o el industrial, como veremos en su momento…

Imagen del cultivo de maíz en el secano enguerino (verano de 1.964)


* * *
La próxima semana el Documento:
III.- Primores agrarios en tierras rojas

Acceso al Documento Primores I
https://docs.google.com/viewer?a=v&pid=explorer&chrome=true&srcid=0BwWQSCLCi0jaMDRjMzcyNjYtZjhhOS00M2ZjLTgxYjgtMGFiNzg4ZTAwOWY2&hl=es