En la coscoja parasitaba el quermes
A partir de los datos históricos
que disponemos podemos afirmar que en Enguera existieron, al menos, tres
tintes, aunque conocemos que don Pedro Sucías habla de cuatro
establecimientos pues, dentro de la relación de maquinaria declarada en el año
1850, cuando todavía no existía el Vapor, y referente a la industria lanera,
afirma: cuatro tornos de 300 usos; tres
tornos de 140; 14 cardas cilíndricas; dos esmotadoras; 4 perchadoras; 4 frisas;
4 tundidoras; todos estos aparatos movidos a vapor; 180 telares de mano; 8
aparatos de estirar paños y cuatro establecimientos de tinte.
Detalle del canal de conducción de
aguas para el Tinte del Río
Por su parte el doctor
Albiñana dejó escrito lo siguiente: El lavado de lana se hacía en el pozo
denominado Merdancho, de abundante manantial situado en la salida de la
calle de la Divina Pastora, camino del Surió, sepultando los vellones en
amplios recipientes de madera, repleta de agua. Como la industria iba
prosperando, se hizo necesaria la instalación de un lavadero de lanas, para dar
mayor limpieza a los géneros, el cual se estableció en el llamado río de Anna,
que entonces correspondía al término de Enguera.
El propietario de éste último era Pepe Rico “el Tintorero”, casado
con Carmen Sarrión, que vivían en santa Teresa. Pero con anterioridad y en
otros lugares aparece como el Tinte de Fuster.
Vista actual de
los restos de la Cueva de Tinte del Río
Flor de azafrán
borde en El Calderón
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